Reducción económica de cloro y otros malos sabores y olores.

Una vez que el agua llega de manera segura a su hogar, ya no es necesario utilizar desinfectantes, de hecho, son indeseables. Los desinfectantes causan sabor y mal olor, resecan la piel, dañan las tuberías y pueden producir subproductos potencialmente nocivos.

Agua limpia, clara, libre de olores